domingo, 14 de noviembre de 2010

capitulo 19 20 21

PERSONAJES PRINCIPALES: Charlotte Scarlet Damen
PERSONAJES SECUNDARIOS: Petula, Pam, Prue
PERSONAJES ACCIDENTALES: Director Styx
19
minifalda negra de lentejuelas, medias rojas de rejilla, bailarinas de tachuelas plateadas y pintalabios rojo intenso mate. Nada más verla supo que se trataba de Scarlet Kensington, la hermana pequeña de Petula. Y por lo que se veía, lo único que tenían en común era el ADN. Petula le arrancó el bolso de mala manera y lo registró para cerciorarse de que no faltaba nada. Una vez hubo confirmado que todo estaba intacto, extrajo del interior una cuchilla que utilizaba para afeitarse las piernas, suaves como la seda. Toma, te la regalo dijo con sorna. Una pequeña muestra de agradecimiento. A lo mejor la puedes usar dentro de un rato para liberar algo de estrés. Las Wendys estallaron en carcajadas ante la pulla y Damen se limitó a sacudir la cabeza como diciendo «ya estamos otra vez». La única forma de que yo libere algo de estrés sería rajándote la garganta con ella, claro que no sé por dónde ibas a vomitar luego la comida dijo Scarlet con una sonrisa falsa. Charlotte no podía creerse la audacia de Scarlet y se le escapó un grito ahogado que pasó desapercibido a todos salvo a la propia Scarlet. ¿Y tú qué miras? ladró ésta, su corta melena teñida de negro se le arremolinó ante el rostro como una cortina cuando, con toda brusquedad, se giró y lanzó una mirada asesina a Charlotte. Ella se quedó totalmente paralizada ante aquellos ojos avellana, otro rasgo que compartía con su hermana, que parecieron abrasarla. Antes de que Charlotte pudiera pronunciar un « ¿quién?, ¿yo?» De respuesta, Scarlet dio media vuelta y se fue, el sonido metálico de las cadenas de su cazadora de cuero debilitándose mientras se alejaba. Petula, que estaba perdiendo protagonismo rápidamente, sacó su brillo de labios y se los pintó con ese rosa tan característico suyo. Estoy pensando en cambiar el tono de mi vestido para el Baile de Otoño por un rosa más oscuro anunció Petula, como si se tratara de una noticia bomba. Sin esperar a la reacción de Damen, levantó la polvera, giró su rostro de un lado a otro, arrugó los labios de manera seductora, decidió que su aspecto era de muerte y besó el espejo, dejando, como siempre, una perfecta huella de pintalabios rosa. Charlotte, detrás de Petula y lo suficientemente cerca como para poder verse reflejada en la polvera, encajó sus labios a la altura del beso que Petula había marcado en el espejo y pretendió por un instante que eran los suyos. Sam Wolfe, un compañero «lento» a quien Petula y sus amigas apodaban con cariño Efecto Retardado, sacó a Petula y a Charlotte de sus respectivas ensoñaciones cuando sin venir a cuento colocó el monitor de vídeo en la parte de delante del aula, junto a ellas. Petula, que seguía parloteando sobre el tono de su vestido para el baile, cerró de golpe la polvera y se giró hacia Sam sin previo aviso.
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No sabes la suerte que tienes de ser de efecto retardado le dijo Petula a Sam. Sam sonrió con indiferencia, pero Damen la miró asqueado. Charlotte tomó nota, el chico le gustaba cada vez más. ¿Qué pasa? Petula reaccionó a la mirada de desaprobación de Damen completa y genuinamente confundida. Luego se volvió de nuevo hacia Sam y, echando mano de una seudosensibilidad muy suya, intentó disculparse. Oh, perdona… quería decir retrasado le dijo con un tono cargado de falsa condescendencia. Sonó el timbre y todos se apresuraron a salir de clase. Todos excepto las Wendys, Damen y Petula, que siempre se tomaban su tiempo a la hora de salir y dirigirse a la clase siguiente. Charlotte también se entretuvo, inmóvil en su pupitre, echándose a la boca más y más ositos de goma mientras crecía su preocupación por la conversación de Damen y Petula, y crecían sus deseos de que ella y Damen pudiesen acabar la suya. Vio cómo Petula le lanzaba un beso superficial al aire, mientras se disponían a partir por separado. Damen salió primero, y al pasar junto a la mesa del profesor, Widget también se levantó para irse, aunque antes se tomó unos segundos para prevenir a Damen. Recuerde la nueva política, señor Dylan le advirtió Widget mientras cerraba su maletín y se dirigía hacia la puerta. El comentario le sirvió a Damen de recordatorio de su encuentro con Charlotte minutos antes. Miró hacia atrás con indiferencia y levantó el libro de Física en dirección a Charlotte. Abrió los ojos de par en par y se encogió de hombros, como si esperara de Charlotte una respuesta. ¿Me ayudarás? vio Charlotte que articulaban sus labios mientras cruzaba de espaldas y a cámara lenta el umbral, seguido de cerca por Petula y su pandilla. Charlotte se echó un último osito de goma a la boca, y al echar a andar y a articular su respuesta aspiró sin querer la golosina, que se le quedó atascada en la garganta. Empezó a andar más aprisa hacia la puerta, gesticulando desesperadamente con las manos, pero era tanta la gente que rodeaba ya a Damen que, tan pronto éste puso un pie en el pasillo, dejó de verla. Charlotte tosía con todas sus ganas para expulsar el osito y poder gritarle su respuesta, pero justo cuando estaba a punto de desalojarlo de su garganta, Petula le cerró la puerta de un portazo en las narices. Charlotte se dio de bruces contra ella, haciendo que el osito penetrara aún más en la tráquea. Intentó sin éxito practicarse el Heimlich, haciendo pedorretas por el aula
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Como un globo perdiendo aire. Empezaba a ahogarse y el aula estaba totalmente vacía. No había nadie que se fijara en ella. Nadie que la pudiera ayudar. Se echó una mano a la garganta y apoyó la otra en la ventanilla de la puerta para no perder el equilibro. Sin poder respirar, trató desesperadamente de llamar la atención de Damen golpeando con la palma de la mano en la ventanilla, pero éste interpretó el gesto como mera despedida. Él levantó la mano brevemente modo de saludo, rodeó con su brazo a Petula y se dirigió a su próxima clase. Ella pegó la cara contra el cristal como Tiny Tim en Cuentos de Navidad ante el escaparate de la tienda de juguetes e, incapaz de mantenerse en pie, se fue escurriendo puerta abajo. Mientras se deslizaba alcanzó a ver a los estudiantes que reían y charlaban de camino a su siguiente clase, la mirada fija en Damen y Petula que se alejaban. Su mano, que esperaba que alguien llegara a ver, perdió lentamente su sudoroso agarre en la alargada ventanilla rectangular y su desmayada huella fue dejando atrás su rastro antes de llegar abajo, donde se reunió, en el suelo, con el resto de su cuerpo.

Comentario o crítica:
Que esta historia se pone más interesante porque se van descubriendo cosas nuevas de cada personaje

En que se relaciona en mi vida?
En nada

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